Breve historia del movimiento Scout – Guía en Pringles.
En una reunión de hombres e la Acción Católica, el mes de junio de 1960, que asesoraba el Padre Pedro Grande, fue leída una nota del Vicario de la parroquia, el Padre Vicente Melchior, por lo que en su carácter de capellán del movimiento, pedía explicar y dar a conocer el sentido de la Unión Scouts Católicos Argentinos (U.S.C.A.) y de la Asociación Guías Argentinas (A.G.A.), su espiritualidad y su finalidad, con el fin de llevar a cabo su formación en la parroquia. El grupo llevaría el nombre de Gral. Belgrano y funcionaría en la sede de los Bomberos Voluntarios.
Como consecuencia de esto, el 9 de julio de 1960 se formulaban las primeras promesas scouts, y el primer campamento se realizó en 1961, en el Hotel Sierra Abra de la Ventana.
Tres años mas tarde, en 1963, se creó la Comunidad Guía “Virgen de Lujan” y el Grupo Scout cambió su nombre por el de “Ceferino Namuncurá”. Las primeras promesas guías se celebraron el 9 de agosto de 1963 y se efectuó el primer campamento en la estancia “La Elvira”, en 1964.
Es de estacar la labor infatigable de dos puntales del Padre Vicente, presentes desde el comienzo: Elsa Di Vito, que nos acompaña desde el cielo iluminando a la familia Scout – Guía, y Ana María de la Orden, con el mismo entusiasmo de siempre, dedicando su vida con abnegación y servicio, en pro del movimiento.
El 26 de Octubre de 1969 se instaló el “Campo Scout” en la manzana de las calles Colon y Flesia, done se encuentra hasta la actualidad. Fueron años duros al comienzo, para tener la primera cabaña, la de la Tropa Scout, e barro y techo de paja, sacada de alguna laguna de la zona, construía por el Padre Vicente y la ayuda de los chicos; también se alzaron cabañas con palo e álamo, cortados en algún monte vecino; hasta que pronto, en 1972, se inauguró la cabaña mayor, en donde se realizan distintos eventos sociales para la comunidad y para el mismo grupo.
Más tarde, con gran esfuerzo; colaborando del mismo modo los jóvenes, los padres y algunos vecinos voluntarios, se puso en marcha la pileta de natación. Otro motivo de orgullo de la institución.
Y así, esta larga historia que pronto cumplirá 50 años, sigue floreciendo de aquella semilla que esparció nuestro querido Vicente, surcaño el futuro con sus laboriosas manos y prodigando su amor al prójimo. Esos pequeños scouts y guías que pasaron por el “campito” se ven hoy convertidos en hombres y mujeres, padres y madres e familia, en hombres y mujeres de bien.